Que te recuerden mis oidos. Despertar sin haber dormido, doliendote la cara de reir toda la noche. No quiero que pienses que me un porta un comino la vida, pero tengo ratos, momentos, milesimas de segundo en los que pienso que lo mejor es no pensar, y dejarse llevar. pero me duran eso, segundos. A veces suficientes, a veces una vida. Depende, de la gente, el momento, las ideas, el lugar, la bebida, la hora y el dia. Los ojos que me esten mirando o la boca que escucho enseguida, depende de la despedida. Bonitos recuerdos, recuerdos sin tinta, ni humo en las calles volviendo en la noche, los taxis urgentes que vuelan sin prisa. Las calles oscuras cargadas de vida. Estrellas fugaces que miran la huida(descalza, despacio, tirada en la [vida] calle que lleva al olvido).
Adiós, buena suerte. Me quedo contigo