"Algún día iba a tener todos los libros del mundo, estántes y estantes llenos. Viviría en una torre hecha de libros; me pasaría el día leyendo y comiendo melocotones. Y si algún caballero con armadura se atreviera a acercarse en su blanco corcel y a rogarme que le lanzara mi trenza, lo acribillaría con huesos de melocotón hasta que se marchara."
Calpurnia T.
No me amontones los problemas; pero te llamo a golpes de agonía. Para que sepas que después de la tormenta a veces no llega la calma, que desde mi ventana te veo cuando pasas. Y si subes la mirada descubrirás un mundo entero con cosas muy familiares, lleno de cosas que no reconocerías.
Abrir los libros por la mitad para volver al principio y empezar de cero sin leer la contraportada, para sorprenderse sin decepcionarse, que es mejor pedir perdón que permiso. Y aunque el café me siente a tiros, es mejor un invierno contigo que un verano sin mí. No se si llamarlo egoísmo o amor propio, supongo que depende del cristal con el que miras la ventana que da al mundo donde [sobre]vivimos todos cada día, cuando salimos de la seguridad que nos dan las cuatro paredes donde revotan los pensamientos que son tan fuertes que terminan por escapar de nuestra cabeza.