A veces tu soledad es la mejor compañia.

Comer, duermes, andas, te tirás ( como una liebre sobre ) todo lo que se mueve. Estás escondida en el espejo, si no te busco no te encuentro, entre los retales de las noches que no centro, entre el hielo y el sudor. Porque por muy durita que sea, se hará blando el corazón. Que después de la coraza, nadie sabe quien soy yo.

Si logras hacer un amigo el primer día, es que lo estás haciendo bien. Pero alomejor, o a lo peor. Ese amigo desaparece a las dos semanas, o a los tres meses o al día siguiente sin ir más lejos. Asique asume que lo mejor, es a veces lo peor que te puede pasar por la cabeza. Ahora mismo, tiraría casi todo lo que tengo a mi alrededor pero estoy sonriendo, sin enseñar los dientes claro. Porque es más fácil y sencillo; y para toda la familia.
Creo que en otra vida, deví de ser muy zorra, porque no encuentro otra explicación. Quiero dormir como un lirón. O invernar como un oso, despertarme en primavera y montarme en un barco para ver las ballenas desde un ballenero que llegue hasta el polo norte, y bajarme allí para comprobar como se puede morir de frío en pleno verano, (hacerlo en invierno es muy típico. Y no me gustan esas cosas, ya de hacerlo innova idiota) Para repetirlo todo ya están los papagallos, creo yo, vamos. A la luna o hasta Marte, pero date prisa, que ayer se me hizo tarde.