La vida en fila india. El café sin sal ni azúcar. La ventana abierta en Noviembre por la noche. Los libros apilados para poder llegar a la luna algún día y soplar desde allí las libélulas que pululan serpenteantes entre mis piernas desnudas.
Buenas noticias en boca de malos mensajeros. Reputaciones que se pisan los talones entre ellas, para llegar a la cumbre de algún lugar que valga la alegría ver dormido. Con las luces centelleantes justo antes de poder cerrar tus ojos para llegar a otro camino.
Olvidate del olvido. Piérdete en un bosque sin salida, o con trescientos caminos ocultos. Mira de frente y no hacia atrás o a los lados, o te caerás; dijo antes de sujetarme por el codo, para evitar una caía.
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