Lo que más vale en el mundo no se compra con dinero.

El que quiere interesar a los demás, tiene que provocarlos. Hacer que se fije en el. Que vean que está. Ponerse guantes negros que son más alegantes y calentitos. Tirar por la ventana las ganas de no hacer nada. Suplicar que le supliquen. Levantarse cada día antes que el sol y volar entre las nubes. Dejando para hoy lo que no hiciste ayer. No hay mucho más. PAra otro día esc[rib][uch]o otra cosa más mejor para que te dejes de tirar por la aceras, en las horas que juntan al borracho y al madrugador. Lo dicho, nos vemos en mi otra vida.