Ustedes me ha mirado, pedirle a ese bombón que me perdiera, hoja en ese bosque, que es el mejor sitio para esconder nuestro tesoro de papel y letras griegas, un borrón amarronado, con restos de melón y tinta china, llegada desde América, a bordo de cajón lleno de seda. Los piratas, astronautas, escritores y asesinos podrían sentarse en una misma mesa y salir vivos de allí, todos matan, saquean, inventan o revientan, las mentes, los barcos, la tierra, las ilusiones y esperanzas. Podrían crear un tratado contra el mal de (amores) ojo. Seguro que sería que votar un rey de los piratas, gracioso divertido de cientos de años de espera hasta llegar a un resultado valido, a medias aunque sea, las medias que te rompes cuando piensas que te darán una piruleta ( que no quieres ) por haberte raspado las rodillas. Ahora las estrellas aporrean la ventana y te susurran, muy sutiles, que te está esperando la almohada, te perdona por tirarla, dejarla dormir a los pies de tu cama, si la dejas quedarse esta noche, de aquellas lágrimas, tranquila, no dirá nada.
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