La libertad, lo cierto es que la libertad es un asco. Cuanto más tenemos menos lo aprovechamos, o menos nos damos cuenta de lo que podemos perder. Si estuviéramos presos, sin poder ver nunca la luz del sol, añoraríamos la libertad, nos refugiaríamos en los sueños e intentaríamos volar con la esperanza de salir algún día. Pero viviríamos sabiendo, que anquen sea horrendo, lo que tenemos es una posibilidad de respirar, de llenar nuestros pulmones de aire, nuestro estómago de comida, que podemos saciar nuestra sed si tenemos ganas de beber agua. No mataríamos a nadie, porque cualquier compañía es mejor que la soledad. Amaríamos cada centímetro de nuestro cuerpo, porque no sabes que se puede cambiar todo lo que no te gusta con un poco de cirugía. Viviríamos asqueados por pensar en otra vida que no vivimos. Vivimos asqueados por querer todo lo que no tenemos.
jueves, 5 de mayo de 2011
Soñar despiertos, vivir dormidos.
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