Del obsceno sabor a cubata de ron de tu piel, de la caricia sabor limón de la palma de tu mano, las sonrisas que juntamos cuando sin pensarlo, se que llegaré a ti cuando esté cerca. Que putada lo de que pase el tiempo tan desprisa, que regalo que tengamos a el tiempo como aliado principal, que bonito el despertar cuando me tocas el pelo, que tristeza darte un beso al salir de casa para dejar de verte un par de horas al día, lo bonito que estariamos sentados muy juntitos en el balcón, mirando las lubes, el sol, la luna, las estrellas, o tu ojos que son un par de ellas.
Graciass, gracias, thank you very much, que perro el olvido que te quiere como su amante y no se da cuenta de que no tiene cabida en tu cabeza mientras esté yo en ella.
Benditos los aurelianos que perdieron mil batallas contra el invierno.
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