Free hugs.

Me distancio a mí misma de las personas porque al final, se van a ir.

Quiero dejar el mundo por ti la misma noche me aburro y no eres para mi. Queria escribir sobre una tarde soleada, de verano, a la orilla de la piscina, el el cesped recien cortado. Pero no me sale. Queria decir que la chica se rie a medias, el chico sacude la cabeza y el pelo sa mueve un poco. Todo, se ve por unos ojos que salen de la piscina y les miran con recelo. Hace algún tiempo allí estan otros. Digamos que X es la chica y pongamos que el chico sea Y. Pues X le toca el pelo, solo un poco y derrepente, T le quita el movil a X y se lo esconde debajo del pecho, X da un pequeño grito de Ah, el grito de idiota que hace que las dos señoras que están más cerca, tumbadas, con biquinies demasiado modernos para su edad, se giren y piensen en cuando ellas estaban asi de emocionadas. X intenta recuperar el movil se pone casi encia de de T, le hace cosquillas pero no tiene suerte. T se gira derrepente y están cara con cara, los brazos semiflexionados de X la sujetan un poco más lejos de lo que la gustaria. Se separa un poco más, porque la situación, para ella es mucho mas incomoda de lo que le gustaria y plaf, tenia debajo de su mano derecha la tira de su biquini que al levantarse tiró demasiado del lazo de zapatos que se habia anudado de espaldas en el vestuario casi dos horas antes. Su acto reflejo fue dejarse caer a plomo contra el cuerpo un poco moreno, de torso trabajado pero no en exsceso. Lo que provocó que T dejara que el poco aire que le quedaba saliera de una vez después de lo que una gran risotada inundó la cabeza de X que estaba roja como un tomate a final de agosto. T, se había dado cuenta, estaba claro y la rodeó con los dos brazos, luego quito un brazo de su espalda y la quitó el pelo que la cubria la cara que estaba totalmente pegada a su pecho. levanto la cabeza y la beso entre la frente y el comienzo del pelo, dejo salir algo parecido a una risa pequeña y le ató las cuerdas del biquini, un biquini verde y blanco a rayas que X se había comprado el verano pasado, en junio. Ya está, susurró. X se lo colocó, no estaba segura. X se dejó caer como si fuera a rodar eternamente por una ladera infinita y quedó bocabajo sobre su toalla. No queria levantar la cabeza y mirar a nadie, seguro que se habían dado cuenta esas dos cotillas de al lado, y la chica de la piscina, las miles de chicas y chicos que habia en el recindo, queria dsaparecer. T se giró de medio lado y rodeo con un brazo a X, nadie lo ha visto, le dijo al oido. Cogió su toalla y les tapó a los dos.