Quizá no me encuentre porque nunca me perdí. A veces solo nos despistamos, perdemos rumbos, expectativas, ilusiones, pero no a nosotros mismo. Necesitamos empujones para volver a vernos en el espejo.
A menudo escribimos, casi todo lo que escribimos para no tener que decirlo en voz alta. Para que siga exactamente como lo pensamos para siempre. Para que nadie lo modifique, para que siga con la misma fuerza o debilidad la próxima vez que volvamos a ello. Para mirar que ojos de futuro al pasado. Para poder decirnos, 'te lo dije', porque la mayoría de las posibilidades están reflejadas en unos cuantos cachos de papel.
Deberíamos escribir mejor felices, pero realmente, como mejor se escribe es enfadado. Triste tampoco sale todo lo bueno de nosotros, aun en esas circunstancias.
Que bonito es el amor, más que nunca en primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario